Derechos y ciudadanía

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Primer Semestre
Boletín de Carácter Teórico

La relación entre el liberalismo y el pensamiento conservador es compleja, sin embargo ambas corrientes han influido en la evolución de los derechos y la ciudadanía; el liberalismo ha promovido la expansión de los derechos individuales y políticos mientras que los conservadores han ejercido una fuerza contraria a estos objetivos; sin embargo la interacción entre ambos enfoques ha tenido un impacto significativo en la historia y en la identidad política y social de México, influyendo notablemente en la construcción de la democracia. Las ideas liberales contribuyeron a la promulgación de leyes y constituciones que establecieron la libertad individual, la igualdad de derechos, la participación ciudadana, la libertad de expresión, la libertad de prensa, el derecho a la propiedad privada y el sufragio universal; asimismo el liberalismo impulsó la separación de la iglesia y el Estado mexicano, impactando en la libertad de religión y en la educación laica. Por otro lado, el pensamiento conservador abogaba por la defensa y preservación de la iglesia católica y la conservación de un orden preestablecido y tradicional, generando tensiones con el liberalismo en cuanto a la educación y a la religión; los conservadores generalmente defendían un enfoque más autoritario buscando la conservación de las jerarquías sociales y las élites. 

En el país, durante el proceso de independencia y posterior a la construcción del Estado mexicano, surgieron diferencias ideológicas y políticas, que dieron lugar a la existencia de liberales y conservadores; a continuación se citan algunos de los sucesos históricos que reflejan claramente la lucha entre estas dos corrientes: Sin lugar a duda, la tensión entre la ideología liberal y la conservadora impulsó la evolución de los derechos humanos; pues ambos enfoques han influido en la forma en que se promueven y protegen los mismos, mientras que los liberales abogaban por la igualdad de derechos y la limitación del poder para proteger las libertades individuales; los conservadores se resistieron a estos cambios y defendían una visión más jerárquica de la sociedad. Cabe señalar que el primer documento legal en el mundo que reconoció los derechos humanos inherentes a todos los seres humanos, lo fue la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas; la cual estableció los principios universales de igualdad, libertad, justicia y dignidad humana; a partir de esta declaración se desarrollaron dos pactos internacionales que ampliaron y catalogaron estos derechos; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, (ambos de 1966); el primero incorporó el derecho a la vida, libertad de expresión, igualdad ante la ley y la participación ciudadana; mientras que el segundo incluyo el derecho a la educación, el trabajo, la seguridad social y un nivel de vida digno y adecuado. Estos tres documentos, junto con los tratados internacionales, principios generales y otras fuentes del derecho internacional forman parte de la base del sistema de los derechos humanos. 

• La Guerra de Reforma (1857-1861) fue una lucha en donde los liberales salieron victoriosos con la promulgación de las leyes de reforma, las cuales restringieron significativamente la influencia de la iglesia en los asuntos políticos y económicos, sentando las bases para que el Estado mexicano se volviera laico. 

• Posterior a la Guerra de Reforma los conservadores con el apoyo del Imperio Francés establecieron el Segundo Imperio Mexicano bajo el gobierno del emperador Maximiliano de Habsburgo, marcando un periodo de gobierno conservador que finalizó con la intervención de Estados Unidos y la restauración de la República (1864-1867). 

• La Revolución Mexicana (1910-1920) involucró tanto a liberales como a conservadores y tuvo como finalidad promover reformas sociales y políticas, así como la redistribución de tierras y la justicia social en contraposición a la dictadura de Porfirio Diaz; aunque no existió una victoria completa para ninguno de los dos grupos, esta revolución cambio significativamente la estructura política y social de México. 

• La interacción entre liberales y conservadores también ha influido en la formación de partidos políticos; existen partidos que se consideran herederos de las tradiciones liberales o conservadoras, como el Partido Revolucionarios Institucional (PRI) y el Partido de Acción Nacional (PAN). Derechos y ciudadanía: contrastes entre el liberalismo y el pensamiento conservador.

Asimismo, los derechos humanos cuentan con características esenciales, las cuales son importantes identificar para su comprensión; de ahí que todos los derechos humanos son intrínsecos (todas las personas los poseen por el simple hecho de nacer); irrenunciables e intransferibles; son inalienables (nadie los puede eliminar ni se le pueden quitar a ninguna persona); universales (todas las personas cuentan con los mismos derechos sin discriminación alguna); interdependientes (el avance de uno contribuye al progreso de los demás y la privación de uno perjudica el ejercicio de los demás); indivisibles (no existe separación ni jerarquía entre ellos); progresivos (una vez logrado el avance de un derecho humano ya no se podrá eliminar, limitar ni restringir con posterioridad); imprescriptibles (no tienen fecha de caducidad) y son inderogables (deben ser respetados siempre). Otra de las características de los derechos humanos es que se encuentran en constante evolución, motivo por el cual se han clasificado en diversos rubros, de acuerdo con su naturaleza, origen, contenido y por la materia a la que se refieren; existe una clasificación que los agrupa en generaciones, mismas que se citan a continuación: En México, el fundamento de estos derechos los encontramos consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, específicamente en el artículo primero en donde se reconoce la obligación por parte del Estado de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de todas las personas en el territorio mexicano; también se establece la obligación de todas las autoridades de respetarlos y garantizarlos; así como de prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los mismos. 

Primera generación: se refiere a los derechos civiles y políticos; tales como la igualdad ante la ley, el derecho a la vida, la libertad, el derecho a un juicio justo, la libertad de expresión, la participación política, derecho a la asociación, la libertad de religión; entre otros. 

Segunda generación: se trata de los derechos económicos, sociales y culturales, los cuales buscan mejorar las condiciones de vida de la población; tales como el derecho a la educación, a la salud, al trabajo, a la vivienda, a la cultura, a un nivel de vida adecuado.

Tercera generación: abarca los derechos colectivos, los cuales buscan impulsar el progreso social y elevar el nivel de vida de todos los pueblos, como el derecho a un medio ambiente saludable, al desarrollo, a la paz, a la autodeterminación de los pueblos, a la protección de los datos personales o al patrimonio común de la humanidad. 

Cuarta generación: tiene que ver con el entorno del ciberespacio y las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC); encontrando a los derechos digitales, tales como el derecho de acceso a la informática, el derecho a formarse en las nuevas tecnologías, el derecho a la autodeterminación informativa, el derecho al Habeas Data y a la seguridad digital, el derecho a acceder al espacio de la información en condiciones de igualdad y no discriminación, entre otros. Derechos y ciudadanía: contrastes entre el liberalismo y el pensamiento conservador.

Es importante enfatizar que a raíz de la reforma constitucional del año 2011, se dejaron de nombrar como “garantías individuales” para identificarlos únicamente como “derechos humanos y sus garantías”; asimismo en lugar de que sean “otorgados por el estado” ahora los derechos humanos son “reconocidos por el Estado”. Esta reforma fue trascendental en el sistema político toda vez que incorporó a todos los derechos humanos reconocidos en los tratados internacionales como derechos constitucionales; por lo que al elevarlos al rango constitucional se fortaleció su protección; proporcionando a los ciudadanos una base legal más sólida para hacer valer sus derechos y responsabilizar al Estado en caso de su incumplimiento. En ese sentido, los derechos humanos y la ciudadanía se encuentren íntimamente relacionados, toda vez que la ciudadanía implica el ejercicio y la defensa de estos derechos fundamentales; la ciudadanía se adquiere a través del cumplimiento de ciertos requisitos, su fundamento legal lo encontramos en el artículo 34 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual establece que “…los ciudadanos de la república son todos aquellos varones y mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, hayan cumplido dieciocho años y tengan un modo honesto de vivir…”; por su parte en los artículos 35 y 36 Constitucionales se establecen los derechos y obligaciones del ciudadano; mientras que el artículo 38 se mencionan los casos en que los derechos del ciudadano se pueden llegar a suspender. Algunos de los derechos de los ciudadanos son el poder votar en las elecciones y en las consultas populares así como poder ser votado en todos los cargos de elección popular; asociarse para tomar parte en los asuntos políticos del país; ejercer el derecho de petición en toda clase de negocios; poder ser nombrado para cualquier empleo del servicio público; iniciar leyes y participar en los procesos de revocación de mandato. Por cuanto hace a las obligaciones de los ciudadanos se refieren al inscribirse en el catastro de la municipalidad y en el Registro Nacional de Ciudadanos; votar en las elecciones, las consultas populares y los procesos de revocación de mandato; desempeñar los cargos de elección popular de la Federación o de las entidades federativas y desempeñar los cargos concejiles del municipio donde resida, las funciones electorales y las de jurado. A su vez, resulta transcendental que los ciudadanos se mantengan informados respecto de los asuntos políticos, económicos y sociales del país a fin de forjar un pensamiento crítico, para la construcción de una vida en donde participen de forma pacífica y responsable aplicando en todo momento los valores democráticos. Por su parte los gobernantes deben actuar en todo momento en beneficio del interés general del pueblo con el objeto de asegurar, respetar y garantizar los derechos humanos y libertades fundamentales que la propia Constitución consagra; al mismo tiempo están obligados a conducirse con honestidad, responsabilidad, transparencia, legalidad, objetividad, imparcialidad y certeza; debiendo rendir cuentas de la gestión de su encargo así como de la aplicación del gasto público; asumiendo las responsabilidades políticas y jurídicas que resulten por el desvío o negligencia de su encargo. Derechos y ciudadanía: contrastes entre el liberalismo y el pensamiento conservador 06 A modo de conclusión, podemos señalar que tanto la corriente liberal como la conservadora influyeron notablemente en el reconocimiento de los derechos humanos, ya que ambas corrientes impulsaron reformas sociales, políticas y económicas que transformaron la estructura del gobierno, y aunque cada una tiene sus propias ideologías, motivaciones y enfoques, su existencia generó la sinergia perfecta para la evolución y transformación de la democracia del país. Hoy en día en la política mexicana coexisten estas corrientes; donde los conservadores defienden políticas más mesuradas; mientras que los liberales suelen abogar por la modernización y el cambio social promoviendo políticas más progresistas; sin embargo ambas influyen en los debates y decisiones políticas, reflejando la diversidad de opiniones de la sociedad. Por su parte, la democracia moderna en México se ha centrado en el respeto y protección de los derechos humanos y con ello alcanzar el desarrollo y el bienestar social de todos sus ciudadanos; en ese sentido, no se puede concebir a la democracia sin los derechos humanos así como tampoco se puede concebir sin una ciudadanía plena. Sin embargo, la democracia no es tarea exclusiva del Estado, los ciudadanos desempeñan un papel crucial en la consolidación de una democracia efectiva y real, ya que influyen de manera directa en las decisiones y destino del país por lo que deben elegir conscientemente a sus representantes así como vigilar y exigir la rendición de cuentas y la transparencia. Derechos y ciudadanía: contrastes entre el liberalismo y el pensamiento conservador “Participemos activamente en la construcción de una sociedad más justa y equitativa, respetando los derechos humanos y promoviendo en todo momento los valores democráticos como la igualdad, la no discriminación y la justicia social”. 

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